¡A la cama no irás sin saber una cosa más!
- Clare Murray
- 22 mar
- 4 Min. de lectura
El año pasado tuve la suerte de reencontrarme con algunos amigos de la universidad, más allá de los chats de WhatsApp y las videollamadas típicos. Verlos de nuevo despertó bonitos recuerdos de mi tiempo en la Universidad de St Andrews, en Escocia: la camaradería, las amistades que perduran toda la vida y el encanto inigualable de aquel entorno. Esas experiencias me dejaron huella y siguen siendo una fuente de inspiración. Ahora, tantos años después, siento que mi profesión como traductora es, en cierto modo, un regreso a casa. Como traductora y revisora profesional del español al inglés, especializada en textos académicos y científicos, ayudo a académicos e investigadores en España a difundir sus hallazgos a una audiencia global y angloparlante. Más que una profesión, es un viaje de descubrimiento y aprendizaje. Cada proyecto me enriquece y me recuerda que el aprendizaje es un camino sin fin.

La traducción académica y científica: toto un reto multidisciplinar
La traducción de textos académicos y científicos es mucho más que un trabajo: es una incursión en lo desconocido. Cada proyecto de traducción o revisión abre la puerta a un nuevo mundo, desde la investigación médica de vanguardia hasta las complejas cuestiones filosóficas, y todo lo que hay entre medias.
La belleza de la traducción académica radica en su naturaleza multidisciplinar: cada proyecto implica adentrarse en diversas áreas de conocimiento y ampliar los horizontes intelectuales. Para garantizar traducciones precisas y matizadas, abordo cada trabajo con curiosidad y una mentalidad de crecimiento. Este compromiso con el aprendizaje continuo me impulsa a desafiarme constantemente, ampliar los límites de mi conocimiento, descubrir nuevos conceptos y sumergirme en fascinantes campos de investigación. No es exagerado decir que mi trabajo me sitúa a menudo en la vanguardia de la exploración y el entendimiento humano, ¡y me convierte en la compañera ideal para un equipo de trivial!
Comunicar ideas, no solo traducir palabras
La traducción académica no es un mero proceso mecánico, sino una tarea intelectualmente estimulante que implica investigar y asimilar temas complejos. No se trata solo de traducir palabras, sino también de transmitir con precisión las ideas y los conceptos que las sustentan.
Mucho está en juego: una mala traducción puede conducir a desinformación científica o a malentendidos. Por eso mi papel es fundamental: sirvo de puente entre idiomas para preservar la integridad de la investigación original. Me enorgullece desempeñar un pequeño papel en el avance de la investigación internacional, ya sea en un artículo para una revista de prestigio o en una tesis doctoral, y aportar mi granito de arena a la montaña del conocimiento.
Ser traductora freelance: más allá del diccionario
Ser traductora científica freelance va mucho más allá de trasladar palabras de un idioma a otro, ya que también hay que dominar diversas habilidades para mantener el negocio en buen rumbo. Con el tiempo, he tenido que aprender a gestionar contabilidad y finanzas, cumplimiento legal, planificación y estrategia empresarial, diseño y mantenimiento web, marketing, redes sociales, atención al cliente, resolución de problemas informáticos y preparación de licitaciones de proyectos, ¡por decir poco! Llevar un pequeño negocio es un curso intensivo en multitarea, pensamiento ágil, resolución de problemas y toma de decisiones difíciles.
Todos los días hago malabares con diversas tareas para que mi negocio funcione sin contratiempos, al tiempo que dedico tiempo a la investigación, al aprendizaje continuo y a asegurarme de que mis clientes reciban un servicio excepcional y traducciones de primera calidad. No es para los que se rinden fácilmente, pero es una experiencia que me mantiene alerta y ágil.
Relaciones con los clientes: una colaboración única y dinámica
Una de las mayores satisfacciones de mi labor es conocer de cerca el trabajo de mis clientes universitarios. Sus altos estándares, grandes expectativas e investigaciones innovadoras me motivan a dar siempre lo mejor de mí. Leer, traducir y plasmar sus ideas con claridad es un desafío emocionante.
La relación entre el traductor y el cliente va más allá de un simple intercambio de documentos, es un diálogo. Me esfuerzo por comprender sus objetivos, preferencias y las particularidades de su investigación. Una comunicación abierta es clave para aclarar términos, resolver dudas lingüísticas y garantizar que el texto final se adapte al contexto cultural.
Como dijo el escritor, poeta e ingeniero Jorge González Moore, «el traductor es un cómplice del autor». En la traducción científica y académica, asumo este papel de cómplice con total compromiso, trabajando de la mano con mis clientes para que sus ideas trasciendan idiomas y fronteras sin perder su esencia. Una de las mayores satisfacciones de este trabajo es forjar colaboraciones a largo plazo, sustentadas en un profundo respeto por la búsqueda académica del conocimiento y el descubrimiento.
Sigue curioso, sigue inspirado
Cada día como traductora académica freelance es una oportunidad para aprender, evolucionar y aportar a un futuro mejor y más informado. Me apasiona ayudar a que el conocimiento sea más accesible mediante traducciones de excelencia, de modo que la investigación pionera llegue a una audiencia global.
Esta labor trasciende el lenguaje: está impulsada por la curiosidad, la inspiración y el compromiso con el aprendizaje continuo. Cada proyecto supone una oportunidad para enfrentar nuevos desafíos, descubrir ideas innovadoras y ampliar mis conocimientos en ámbitos inesperados. En este camino, la clave es mantener siempre la mente abierta y la disposición para seguir aprendiendo. Después de todo, como dice el refrán, «a la cama no irás sin saber una cosa más».
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